KONOPLYANKA EN CLAVE EMERY
Ha
sido uno de los culebrones del arranque del mercado de fichajes en Europa, su
contratación final por el Sevilla se ha desarrollado a través de infinitos
giros, múltiples idas y venidas, y una tournée por todo el continente
escuchando ofertas de diferentes equipos. Su decisión definitiva parece la más
plausible de cara al futuro, si bien en el presente otras opciones le hubieran
repercutido económicamente por encima de la oferta sevillista. Pero desde un
punto de vista deportivo, aquello que le puede dar el conjunto andaluz en este
momento de su carrera es superior a lo que podría haber obtenido de otras
elecciones diferentes.
El
Sevilla le ofrece la oportunidad a Konoplyanka de crecer en lo deportivo y de
situarse en plano mediático superior al que ahora se encuentra, que ya es alto.
Jugar en una liga como la española, disputar la Champions League y formar parte
de un equipo que ha conquistado dos Europa League seguidas no puede representar
mejor escaparate para un futbolista que pretende convertirse en importante dentro
del fútbol europeo.
Aunque
para ello hay que darle tiempo a que sufra una pequeña evolución en su juego. Y aquí el equipo de Nervión también le ofrece ese ecosistema desde el que dar un paso
adelante en su desarrollo como futbolista. De Emery se pueden decir muchas
cosas, y dentro de ellas la que se puede catalogar como más cierta es la de que
proporciona a sus jugadores crecimiento y evolución, potenciando aspectos para
los que tienen cualidades pero que todavía no han terminado de explotar. Sevilla
y Unai generan plusvalía y mejoran a muchos de los que caen en sus manos. Por lo que Yevhen tiene todos los condicionantes para ser otro ejemplo más de esto
que estamos diciendo.
¿Qué ofrecería hoy
Konoplyanka a su equipo en el caso de vestirse la camiseta sevillista ahora
mismo? Lo primero que
impacta del ucraniano es su calidad técnica en conducción y su capacidad de
desborde. Es un jugador que elimina marcas con suma facilidad a través de un
cambio de ritmo demoledor y que supera líneas a base de concentrar jugadores
alrededor de él y modificar su velocidad en carrera. Pausa para juntar,
arranque para desbordar. Y mucho toque con el exterior del pie mientras que
avanza con cabeza levantada. Esos aspectos técnicos ya hablan de un jugador de alto
nivel técnico.
Además
suma un disparo poderosísimo desde media distancia, en general al palo largo
desde el pico del área -o en sus proximidades- y una cierta calidad en el
centro cuando desborda por fuera-aunque esta no es su mayor virtud técnica-. El toque de calidad sobre el balón también lo pone de manifiesto
en las jugadas de estrategia, siendo un lanzador más que correcto en córners y
faltas directas. No es un consumado especialista pero desde ahí y desde el
punto de penalti puede aumentar sus cifras goleadoras y de asistencias, aún si
ser nada llamativas las que consigue en
este aspecto del juego ahora mismo.
Calidad
técnica, mucha calidad técnica, desequilibrio en la zona cercana a la portería rival-donde realmente es determinante-, mucho desequilibrio, y amplitud en el
juego, mucha amplitud es lo que define a este jugador. Porque Yevhen juega de
extremo, de extremo de los que buscan mucho más la profundidad por fuera que la
diagonal por dentro pese a tener un disparo del que saca gran rendimiento. A esto hay que juntarle su velocidad y
verticalidad con el balón cuando aparecen espacios, siendo un futbolista de
gran dominio del contragolpe y muy determinante cuando toca correr. Todo eso lo
que puede ofrecer Konoplyanka al Sevilla hoy día, lo cual no es poco ni mucho
menos.
Pero….vistas
sus cualidades técnicas, que pasa a formar parte de un equipo de mayor calidad global
a los que ha pertenecido- Dnipro y selección ucraniana-y que este- el Sevilla actual-tiene que llevar
el peso del juego en mayores ocasiones que sus conjuntos precedentes, se puede
pensar que Yevhen tenga la capacidad de ofrecer más cosas.
Pese
a ser extremo, Konoplyanka es algo atípico en esa posición. Cierto es que sabe
jugar bien con su lateral, abriendo el pasillo para el desdoblamiento de este.
Y con su capacidad para atraer rivales, le ofrece tiempo y espacio para su
incorporación sea positiva.
Sin embargo, no
tiene una gran lectura de los desmarques cuando su equipo ataca a un rival
replegado. Las rupturas en profundidad no son nada habituales en su juego,
siendo sus desmarques casi siempre en apoyo y en posiciones abiertas. Aunque en
muchas ocasiones tiene la marca muy encima porque no forma parte de su juego
detectar aquellas zonas libres donde recibir, lo cual muchas veces lo inhabilita del juego.
¿Cómo
solventa esas situaciones en las cuales sus compañeros no pueden pasarle la
pelota? Muy fácil, baja a recibir por detrás de la línea de balón, lo que le
aleja del área rival y de su zona de desequilibrio más importante. Y desde ahí
comienza su conducción, aunque con muchos jugadores del equipo contrario por
superar. Por lo que su juego se resiente, menos espacios para explotar su
conducción en velocidad y su regate al tener más ayudas su defensor.
Por
tanto un área de mejora evidente en su fútbol es la lectura de los desmarques.
Y aquí es donde entra en juego Emery. Unai es un entrenador que pide a sus
extremos que tengan capacidad para jugar por dentro. Se le ha podido leer en más
de una entrevista la importancia que tienen para él los laterales, además de
deducirse del análisis del juego ofensivo de su actual Sevilla, a los que les gusta ofrecerles el mayor espacio posible por las bandas.
Así
que no parece descabellado que el de Hondarribia empieza a llevar a Konoplyanka
a zonas interiores con mayor asiduidad y a tratar que todo ese desequilibrio
que tiene en el desborde y la capacidad para atraer marcas hacia él lo pueda
explotar más cerca de la corona del área rival. Emery es entrenador de extremos
de pico de área más que de línea de fondo, y de apoyos y giros en zonas
interiores más que de profundidad por fuera, obligando a sus jugadores ofensivos y exteriores a que
trabajen en encontrar zonas de recepción del balón libres para hacer daño entre
líneas.
Unai ha demostrado capacidad para ofrecer este aspecto del juego a futbolistas suyos
que, a priori, eran mucho más de juego de bandas que interior. Por citar
algunos casos podemos hablar de Aleix Vidal, al que obligó a jugar muy cerca de
Bacca en muchos partidos, o Feghouli en el Valencia en su etapa como entrenador
ché. El
trabajo del entrenador sevillista pasa principalmente por hacer que Yevhen participe más
activamente del juego y que no sea un elemento únicamente de desequilibrio al
que encontrar en banda. Capacidad técnica tiene para ello y un disparo de media
distancia muy poderoso para ser todavía más determinante e intimidatorio.
También
se podría pensar que Emery le imponga un mayor trabajo defensivo, pero
Konoplyanka en ese aspecto del juego es disciplinado y comprometido. En el
Dnipro se ha visto obligado a tener que defender de manera habitual. Y no tiene
ningún problema en volver a posiciones defensivas y apoyar a su lateral a
cerrar la banda. Incluso llega hasta el área propia a cubrir la espalda de su
compañero de banda si este tiene que cerrar los centros desde el lado contrario. Por ahí
podría decirse que Yevhen podría sumar más robos defensivos de los que lleva
a cabo, pero siendo un jugador que destaca mucho más físicamente por su
velocidad que por su fuerza- y que tiende a evitar los contactos-es una
cuestión difícil de mejorar.
Si
entre Emery y el jugador consiguen que este llegue a ganar en esos aspectos donde se observa que
Konoplyanka tiene una capacidad de mejora importante, podríamos estar ante un
jugador todavía más determinante de lo que es. Lo que sí parece seguro es que
el Sevilla le va a ofrecer a Yevhen un hábitat mucho mejor que el que ha tenido hasta
ahora, ya sea manteniéndose en su línea de juego habitual o asimilando esos
conceptos de los que hemos hablado. De esta forma es lógico pensar que
aumentará su presencia en el juego y con ello su rendimiento a un nivel mayor.
El ucraniano es un jugador para marcar diferencias y cuanto más participe con la pelota más nos vamos a divertir todos-excepto sus rivales, claro está-.
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