ANÁLISIS DEL DERBY: SIN ROBO NO HAY PARAÍSO
Perder un derbi en Nervión nunca es un `plato de buen gusto, menos aún mostrando la fragilidad defensiva que se vio y aún menos cuando ya han sido varios los descalabros defensivos del equipo a lo largo de la temporada. Competir implica dominar los máximos aspectos posibles del juego y a día de hoy Montella tiene mucho trabajo por delante para llevar a cabo este menester.
Y es que este Sevilla ha mejorado en ciertos aspectos y parece querer definirse de una manera distinta a la que llevaba a lo largo de la temporada y a la que se esperaba en Montella. Vincenzo ha optado, de momento, por ubicar a su conjunto bajo un 1-4-2-3-1 en doble pivote y en el que las bandas sean mucho más profundas y protagonistas de lo que era esperable en él. Su Sevilla quiere jugar más vertical y directo de lo que sus anteriores creaciones nos hacían pensar inicialmente, ha invertido el vértice del triángulo de mediocampo y se fundamenta mucho más en el juego de bandas de lo visto a lo largo de su carrera. Los andaluces son más rápidos en su juego que sus equipos anteriores, y también lo son con respecto a sus dos anteriores técnicos.
Sin embargo sigue viéndose excesivamente penalizado por sus errores, que en ocasiones son bastante groseros y que le llevan a pagar un alto peaje, no por ello no merecido. Defensivamente el italiano tiene un trabajo importante que hacer. Mejorar la transición defensiva, evitando pérdidas en zonas comprometidas con el equipo volcado, dotarle de una mayor agresividad defensiva en área propia ante centros laterales y hacer del repliegue a campo propio un arma para no encajar goles con tanta facilidad son aspectos sobre los que incidir en los próximos entrenamientos, pese a que el calendario no de excesiva tregua en los próximos días. Si la lógica se impone, y el conjunto sevillista hace valer el 0-2 de la ida en Cádiz, en las próximas tres semanas jugará 6 partidos.
Si echamos la vista un poco atrás, desde lo ocurrido esta temporada y en el derbi en el Sánchez-Pizjuán, uno puede empezar a entender el motivo por el que Sampaoli llevaba a cabo ciertas cuestiones tácticas. Se esperaba del de Casilda que su Sevilla fuera un terremoto emocional, un equipo vertical y volcado al ataque con muchos jugadores por delante del balón. Así fue su estreno de liga. Sin embargo, la línea de tres centrales, un doble pivote con la presencia de Iborra en un gran tramo de la temporada como bastión en el eje medular, o el ritmo más lento de juego, con repliegues defensivos no vistos de manera tan natural en su carrera , y la presencia de planteamientos sin un delantero centro claro-en la figura del falso 9 ocupado por Correa o Vitolo- empezaron a ser variantes en los planteamientos sevillistas.
También es posible que podamos entender como Berizzo tampoco impuso ese vértigo tan característico de su Celta y que en Sevilla su equipo jugara a una velocidad mucho más lenta de lo esperada, buscando control desde la pelota. Aunque su idea no cuajara, el “Toto” no era ese vendaval ofensivo que nos dejó en Vigo en muchas ocasiones.
Al Sevilla le cuesta defender sin balón y cuando se hace demasiado vertical, paga un peaje en las transiciones muy importante.
Montella ha comenzado su aventura buscando recuperar esas sensaciones de Sevilla de bandas, doble pivote y vertical que tanto le caracterizó en su época de Emery. Lo ha hecho bajo la premisa de presionar en campo rival, recuperar rápido y no tener que defender excesivamente en campo propio. algo que para Unai no era tan prioritario-aunque tampoco lo dejara de lado constantemente-. A partir de ahí, balón a banda, búsqueda de la profundidad y centros al área. El juego interior, de momento, pasa relativamente desapercibido.
En el derbi eso trajo unas consecuencias importantes en lo negativo. Cada pérdida de balón en zona de iniciación comprometió al equipo, demasiado abierto y volcado para tener una transición defensiva sólida que le permita solventar esos errores en la construcción o en la pérdida de los balones divididos. Y en las fases donde se tomó un respiro en la presión adelantada, el repliegue defensivo no fue capaz de sostener el control del partido en ausencia de balón y de la búsqueda de robo adelantado.
El partido nos dejó la sensación de que este Sevilla, ahora mismo, sin robo adelantado es un equipo bastante vulnerable. Su repliegue se fundamenta en cerrar espacios sobre el balón pero no se defiende a los alejados que llegan desde el lado débil. Cerrar la espalda de los laterales, cuando estos se cierran dentro de la zona de área, debe ser el primer aspecto a manejar. No es posible jugar durante 90 minutos atacando a alto ritmo por bandas y presionando en primera línea, ningún equipo tiene la capacidad para aguantar eso. Alternan pasajes de partido donde baja el ritmo de circulación del balón o donde se hacen fuertes desde un buen repliegue defensivo. Mantener el equilibrio defensivo y el control del juego sin tanta verticalidad son aspectos que los equipos punteros deben manejar. Y ahí debe empezar a trabajar tácticamente este Sevilla, haciendo de los extremos también un arma defensiva más allá de su repliegue a campo propio.
Sobre el juego ofensivo hablaremos en próximas entregas, ahora lo que urge es mejorar en el defensivo. Porque mientras tanto, parece claro que sin Robo no hay paraíso.
Vista la fragilidad del equipo en ambas áreas urge que Montella opte por un 4-4-2 con dos pivotes defensivos (inviable porque supone sentar a Banega) o por un 3-5-2.
ResponderEliminarCon este último esquema es probable que el equipo defienda mejor al sumar un efectivo defensivo más y pudiendo abrir a los carrileros para que las basculaciones sean menores.
Además le va a permitir juntar a N'Zonzi y Banega en el doble pivote con menores responsabilidades defensivas al tener por detrás a un compañero más. En ataque, esa pareja es quizás la que puede ofrecer más dinamismo a la posesión.
Los dos delanteros tienen que aportar más capacidad rematadora. Creo que incluso a Nolito y Correa les puede venir mejor aparecer en estas zonas que por banda.
-supongo que será una variante que Montella utilizará(el 1-3-5-2) si no se ve una mejora defensiva del equipo bajo el 1-4-2-3-1
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